viernes, 19 de marzo de 2010

La pota inteligente

borrachera

¿Cuanta gente se ha emborrachado alguna que otra vez? Yo creo que el 99% de la población mayor de 16 años lo ha hecho alguna vez. Trabajadores de la construcción, curas, fruteros (mmm…peras al vino), cocineros, estrellas del rock y del pop… ¡TODOS!

Yo he de admitir que a veces tengo la muñeca muy suelta y la garganta muy ancha a la hora de beber alcohol. De echo, poco a poco, gracias a las borracheras y sobre todo a las resacas, he ido cogiendo asco a la mayoría de las bebidas alcohólicas. El Whisky, Ron, Licor 43, Tequila, licores de manzana y melocotón (melocotón los que me agarraba yo)…De los licores fuertes solo se salvan el Vodka y la Ginebra y de los débiles, el vino y la cerveza.  Todo este asco que les he ido cogiendo ha sido por culpa de una sola cosa: LA POTA INTELIGENTE.

La pota inteligente consiste en lo siguiente:

Tu sales de fiesta con tus amigos. jij jaja jeje. Muchas risas, chicas y chicos guap@s y orcos de mordor por doquier. Entonces empiezas a beber. Cómo es principio de la noche empiezas a beber kalimotxo o cerveza. Vas hinchando la barriga y compruebas que la elasticidad de tus abdominales no tiene parangón. Te das cuenta de que ya va siendo hora de empezar con las bebidas espirituosas fuertes, y te diriges a la barra dispuesto a tomarte tu primer cubata. ¡STOP! No puedes hacerlo. Tienes la barriga full hasta Estambul. Y los jugos gástricos ya están subiendo por la laringe. Entonces entra en juego “la pota inteligente”. A elección de usuario te vas al baño o a la calle y vacías la cementera. Tu tripa vuelve a su estado original.

¡Cubatas a tutiplén! Ya tienes ese puntillo que te permite acercarte sin vergüenza ninguna a las chic@s guap@s, o a l@s gárgolas más repelentes del bar, sin que est@s lo sean tanto. Después de unas cuantas copas y un rato de charla decides que ya eres lo suficientemente amigo de esas personas como para invitarles a unos chupitos de tequila. Te los bebes y vas a volver a tu copa. ¡STOP! No puedes, el tequila es de acción inmediata y no te permite beber nada más. La pota inteligente va a obrar de nuevo su milagro.

Sigues bebiendo y te consigues arrastrar hasta casa. ¡STOP! No puedes subir así, o tendrás que inventarte una excusa de como la cena te ha sentado mal. Pota inteligente, haz tu trabajo y evita que vomite mi cama.

Todo esto se coronará con una monumental resaca, a la que podrá acompañar un montón de potas inteligentes y dolor de pecho por haber vomitado tantas veces.

  • Nota: Evidentemente, no pillaste con ninguna persona con la que hablaste, porque llevabas una tostada que lo único que podían hacer era untarte mantequilla.
  • Nota 2: Además de no ligar, puedes acabar diciendo cosas como: “si tu culo fuese tostada, tendría que untar mantequilla con un remo”; o “eres guapa de cara…de cara a la pared”. Lo que no ayuda tu status social nocturno.

Por todo ello recomiendo el consumo responsable de alcohol. El alcohol es parte de la juventud y si no nos pasásemos nunca bebiendo… ¿dónde quedarían las risas?

Buen clima.

Alf

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